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Los Hospitales de Día para niños y adolescentes (HDA) son equipamientos integrados en la Red Infantil y Juvenil de Salud Mental (CSMIJ).

Son unidades de hospitalización a tiempo parcial que proporcionan un tratamiento intensivo, y si es necesario a diario, sin desvincular a los pacientes de su medio familiar, social y educativo, durante un largo periodo de tiempo (entre 3 meses y 1 año aproximadamente).

La figura de los docentes fue introducida en el año  2000 en el marco de los acuerdos interdepartamentales entre el Departamento de Salud y el de Educación de la Generalitat de Catalunya.

Los HDA son un recurso donde la intervención es multidisciplinar y se integra dentro de un plan terapéutico individual (PTI). La asistencia al aula forma parte del programa terapéutico de cada paciente.

La atención educativa que realiza el docente del HDA se define en el marco de actuación del 2007 y tiene la finalidad de garantizar la atención integral del alumnado con problemas de salud mental, así como, la continuidad del propio proceso educativo, atendiendo y entendiendo cuáles son sus necesidades con el fin de  favorecer su proceso personal y la continuidad formativa de este. Por lo tanto, el principal objetivo de la actividad académica será conservar, estimular y desarrollar habilidades y capacidades para que el alumno pueda volver al circuito formativo o incorporarse al mundo laboral. El trabajo intensivo que se ofrecerá incluye un trabajo individual y grupal que permite observar cuáles son los aspectos personales y relacionales que están dificultando su adaptación escolar ordinaria.

Para aquellos alumnos que en el momento del ingreso asistan de manera más o menos regular a su centro educativo, se velará para que puedan mantenerse  algunas horas de asistencia semanal con el objetivo de que no pierda el vínculo. A la vez, se irán haciendo coordinaciones con su centro escolar, para ver cómo se adapta y qué es lo que hay que ir redefiniendo durante el proceso compartido. 

A medida que avance el ingreso, siempre de forma coordinada, irán aumentando los días de asistencia al centro escolar de referencia, si el alumno puede, con el fin de favorecer  una incorporación progresiva en vista a su  alta clínica de la unidad.

El docente deberá ayudar a entender a la familia y a  la comunidad educativa, durante este proceso, cuáles son las necesidades del niño o joven con TMG o en situación de crisis, y así promover una mejor adaptación de este, a través de las medidas y los apoyos adicionales para atenderlo.